miércoles, 22 de junio de 2011

De mi, oh amada, soledad.

Qué sería de mi, oh amada soledad,
si de tu pasos que retornan
retumbaran mis palabras
Y hacia un cielo infinito...

¡Que serían, si no mas que recuerdos
Esos momentos tan bellos
De impetuosa armonía,
En los ratos de apatía,
Que alimentan mis momentos.

¿En qué trémulas maravillas
acribilladas de estrellas,
Se tornarían mis días
Por tu incapáz existencia.

¿Entre dónde diablos estarías,
Si no en mi presente morboso,
Acurrucada en mi regazo?
Quizás recordando a otros...

Y que será de tu rastro
cuando encuentre yo muy triunfante
a quien decida ya hallarme
junto a su lado mi hombro.