jueves, 23 de abril de 2009

I am mine - Pearl Jam

Desde quizás los 17 años comencé a cuestionarme la existencia de las posesiones. Primero me di cuenta de que cualquier objeto material se podía reemplazar, y no solo eso, también que el humano se adjudicaba espacios y cosas sin algún sentido, sin alguna necesidad básica (comer, protegerse del medio, amar). Ello me llevo a notar que nosotros los humanos somos figuras materiales también, y que entre nuestras curiosidades, solemos tener la capacidad de estar reemplazando a otros objetos materiales. Hay veces, cuando uno crece en la cultura del consumo, que puede volver a las personas mecánica reemplazable. Eso hizo que me pudiera dar cuenta de que las posesiones sentimentales también existían, y que de igual manera, eran una ficción del mundo en el que vivimos, ya que para mi es importante asignarle un sentimiento de unicidad a las personas que me rodean, y tratar de no remplazar a una persona con otra (en medida de lo que pueda mediar con lo que Freud llamaría inconciente). Al final, y después de descubrir que las ideas también eran mercancía, me quedé convencido de que las posesiones intelectuales, sentimentales y materiales son una falacia.

Sin embargo, a lo largo de cinco años en mi vida, específicamente desde hace un par de meses, me doy cuenta de que la posesión no es lo mismo que el respeto a lo que nos integra como personas. Ese cacho único, ese ser perdido en un espacio metafísico, esa intersección en el presente inmediato con la realidad que se llama "Yo" (que se le suele asociar con el ego), es quizás lo más cercano a lo que uno puede tener como posesión en la vida, y por lo cual, uno puede decir:
i.. am... mine...




(el video no es precisamente lo importante, como casi nunca lo es en mi blog. Todavía tengo que aprender mucho para hacer mis propios videos. Tambien sucede que dentro de lo factible, en You Tube no hay otro que no tenga la incersión en HTML activada)


The selfish, they're all standing in line
Faithing and hoping to buy themselves time
Me, I figure as each breath goes by
I only own my mind

The north is to south what the clock is to time
There's east and there's west and there's everywhere life
I know I was born and I know that I'll die
The in-between is mine
I am mine

And the feeling, it gets left behind
All the innocence lost at one time
Significant behind the eyes
There's no need to hide
We're safe tonight

The ocean is full 'cause everyone's crying
The full moon is looking for friends at high tide
The sorrow grows bigger when the sorrow's denied
I only know my mind
I am mine

And the meaning, it gets left behind
All the innocence lost at one time
Significant behind the eyes
There's no need to hide
We're safe tonight
Whoa

And the feelings that get left behind
All the innocence broken with lies
Significance between the lines
We may need to hide

And the meanings that get left behind
All the innocence lost at one time
We're all different behind the eyes
There's no need to hide...

miércoles, 22 de abril de 2009

Neblina de las Tormentas




La niebla. Más perdido nunca había estado. Incubación emocional. Así me pasa. Lo guardo todo para mi y trato de no compartírtelo, trato de no sentirlo para dejar de lastimarme y parar tu confusión. Me atosiga y me contrae para encontrarme con una realidad que no he pedido, me hace encontrarme con una realidad que ya perdí. Te perdí de vista porque me he perdido de nuestro camino. Me perdí pensando, imaginando, soñando. Cree algo que no era real y lo vi real. Sentí un espejismo. Bendito espejismo psicotrópico. Maldita realidad caprichosa.

El amor no es un espejismo. Eso es lo cruel de esta realidad, de este sufrir cotidiano, de este drama interminable. Quizás todo lo demás que hemos vivido pudiera ser un espejismo, pero no esto que siento. Uno siente miles de cosas antes que el amor, pero cuando uno finalmente asume que lo es, ya no hay de otra, es amor y ya se chingó el asunto. Quizás es como el acontecer de la muerte, cuando pasa, ya no hay vuelta atrás, es permanente el cambio, es permanente y asi se queda pase lo que pase. Lo que sucede aquí, es también como la vida, como cuando después de nacer se sigue vivo o se muere. La vida misma, es una institución peculiar que permite la muerte, y la muerte, de alguna manera al acontecer entre los cambios, permite la vida. Quizás lo menos trascendente de dichos procesos está en la pequeña línea que hace diferente a la muerte de la vida. Lo demás, lo que está entre esos dos lugares bipolares, es para mi lo que cuenta. Lo que se vive hasta que uno muere, es finalmente lo que puede significar y trascender. Tu lo llamas experiencia.

Soy terrenal por naturaleza y dramático por circunstancia. Siempre he sido así y tengo que admitir que no siempre me siento conforme con ello. Hubo veces que solo sentía, soñaba y caía. No siempre me aferré tanto a lo que me sucede. Ahora, la experiencia que he adquirido en pocos años me permite saber y afirmar lo que siento. Si, duele, pero también reconforta. Si sólo doliera no estaría aferrándome tanto. Y aunque hoy retomé eso de no saber nada, de no encontrar certidumbres, me queda clara una sola cosa. Te he amado y eso no se cambia de la noche a la mañana.

Otra vez volví a esperarte, pero esta ves es diferente. Soy alguien que cuando espera, generalmente espera lo peor, no por eso dejo de contar otros escenarios posibles, no considero las otras posibilidades, pero al menos las evalúo tantito.

Sigo soñando contigo, esté despierto o esté dormido. Ya no me duele tanto, pero sigue arrastrándome a sentirme arrinconado. Tanto drama sólo responde a la impresión de no querer ser decepcionado y no decepcionar a nadie. Es una responsabilidad muy fuerte esto de asumir el amor que uno le tiene a alguien. Lo bueno o lo malo, es que eso se ha vuelto en un marco de referencia para que me pueda entenderme un poco conmigo mismo. Al menos me vincula con lo que siento y me permite tener una vana y efimera inestabilidad que me reconforta un poco. ¿Qué por qué me reconforta si es inestabilidad?. Sencillamente porque me permite no estar mal todo el tiempo, todo el día. Me deja ratos en los que puedo dedicarme a mis cosas, aunque sea de medio tiempo.

Mañana estaré como si nada, y el viernes andaré buscando un lugar para echarme a llorar. Esa es la inestabilidad de la tormenta en la que estoy. Y la guía que me queda, ese sentimiento burdo y malformado que tengo, solo me recuerda cosas más dolorosas o más frustrantes. También me anima un poco, me hace sentir libre, en un lugar pasado. No hay mas luces, y comienzo a creer que necesito caminar en la oscuridad. Me da miedo, pero se, que eventualmente volveré a ver tu luz. Quizás deje esta analogía y encuentre otro lugar. Quizás amanezca, quizás ya no deteste tanto a la primavera cuando eso pase. Mientras, no me queda otra mas que seguir hacia dónde pueda, hacia dónde mi corazón y mi razón me sigan dictando, cada uno en su lugar, cada uno en sus partes corporales...

miércoles, 8 de abril de 2009

Sick, sad, little world - Incubus

Yeah!, Pues esta rola me prende un chingo... aunque la neta no se la puedo dedicar a nadie mas que a mi... Pinche ego...





No, You're not the first to fall apart
But always the first one to complain
You better get careful or you'll compromise
Everything You are

This world is a drought when out of love
Please come back to us
You're all of the above
"I'm making a choice to be out of touch.
Leave me be." He said,

"Leave me here in my stark, raving, sick, sad little world!"

I've never had unpaid confidantes
It's more than I would care to explain
But I have an open door policy
When it comes to blame

This world is a joke when out of love
Please come back to us
You're all of the above
"I'm making a choice to be out of touch.
Leave me be." He said,

"Leave me here in my stark, raving, sick, sad little world!"

Cara de Niño - Jerry Riviera

Y el demoniio era: Erick Riviera!...

Ese era el maldito demonio que tanto he inquisitado.

Así me dijo mi máquina que era. Pinche computadora sarcástica y burlona.

Me despedí, te di el abrazo, sentí el madrazo y pensaba emocionado tantas cosas que habían pasado que no me lo creía. Luego entré triste y meditabundo a mi cuarto, y me encuentré con ésta canción.

El desagrado fue tanto que me puse a escucharla, dudando de que eso había pasado. Luego, me vi tan reflejado en lo asqueroso de esta canción, que he querido reconocerlo y por eso lo publico: Porque veo una actitud en mi que no me gusta, lo exivo, lo muestro, me quejo, me burlo también de ella. Asi mi naturaleza inquisitiva se siente un poquito satisfecha...

Debut y despedida...






He venido para hablarte
Y de mi cosas contarte
Que conozcas de mi, si, si

Por mi edad tu me dejaste
Que fue un niño lo que hallaste
Y que comienzo a vivir y no es así

Otras mujeres he amado
He sufrido y he llorado
Y he vivido lo mas dulce del placer

No soy niño empedernido
No me juzgues te lo pido
Reconoce que el amor llego esta vez

Soy cara de niño
Con alma de hombre
Quiero amarte para siempre
pero tú no me respondes

Soy cara de niño
con alma de hombre
Ven conóceme te reto
que hay amor pa´ que te sobre

Otras mujeres he amado
He sufrido y he llorado
Y he vivido lo mas dulce del placer

No soy niño empedernido
No me juzgues te lo pido
Reconoce que el amor llego esta vez

Soy cara de niño
Con alma de hombre
Quiero amarte para siempre
pero tú no me respondes

Soy cara de niño
con alma de hombre
Ven conóceme te reto
que hay amor pa´ que te sobre

yo no soy tan niño
tengo alma de hombre

(soy cara de niño)
cara de niño
(con alma de hombre)
hay con alma de hombre

yo quiero amarte para siempre pero tu nome respondes

(soy cara de niño)
soy cara de niño
(con alma de hombre)
con alma de hombre

cariño el amor no tiene edad
y yo te quisiera amar
dejame tratar entonces

(soy cara de niño con alma de hombre)

yo no soy tan niño
y te imbito
no me juzgues por mi cara
ven conoce bien mi alma

(soy cara de niño)
oye mi niña
(con alma de hombre)

pero si un dia
me das la oportunidad de amarte
hazta puede que te asombres

yo te quiero demostrar
lo que siento por ti
pero tu no me respondes

cuanto he sufrido
cuanto he llorado
cuanto he vivido
y tu todavia no me conoces

(cara de niño)
cara de niño, cara de infante
(alma de hombre)
y en las cositas del amor
hazta puedo yo enseñarte

(cara de niño)
no soy niño empedernido no me juzgues te lo pido
(alma de hombre)
por silo quieres saves muchacha mucho he vivido

(cara de niño)
tu me juzgas por mi
cara por mis sueños
sin saver
(con alma de hombre)
reconocelo mi vida
que el amor llego esta vez.

niño ja.

sábado, 4 de abril de 2009

Del Archiduque II


El duque de Gomorra se esconde. Así solito y desolado, y como un niño sin aliento, entre tormentas y terremotos, se va enviciando con la vida. Muerde entre los arbustos chamuscados la poca fruta seca que le queda. Empequeñece. Así trote, corra o camine, tropieza siempre con la misma piedra. Levita, y del cielo le cae un rayo que necesariamente esquiva. Murmura, y desde sus pulmones se le escapan gritos, gritos invocándote, gritos pidiendo demencia, llorando.

El Archiduque se levanta en su tierra, lugar incendiado y seco, muerto, maldito, sediento de su sangre. Él, con miedo se sigue escondiendo. Decrece, maldice, predice que desde cualquier sombra te le aparezcas. Tú, tú sólo te ríes burlándote de su infame demencia. No te ve porque sólo estás en su mente. Allí resides y haz construido un palacio. Eres incorruptible porque eres el mismo reflejo de la corrupción y no hay nada que pueda darte. Su efímera riqueza, con sus castillos intactos, con sus constructo formidablemente formadas, te parecen esbozos de deprimentes pertenencias lejanas a toda humildad, te parecen como patéticas piedras sin alma que corromper, que prostituir, que postergar.

En sus sonámbulas noches, oye tus risas. Se nublan los días en sus patéticos sueños. Se amarga día a día. Leinad grita, grita y llora desesperado. Llora con su sangre un estúpido drama autorreferente. Sus tierras antiguamente rebosantes de poder, riqueza y gloria, son ahora cadáveres y esqueletos. Se volvió un impotente todo poderoso en una nación sin vida: de Gomorra la exuberante sólo quedan muros marchitos, brillos de columnas con inscripciones en diamantes tapados por el polvo, tapados con una masa seca de sangre, carne y cenizas. Todos allí murieron. El terrateniente mayor de dicha nación, el archiduque, el duque Leinad, los mató a todos invocándote.

Primero, su artificial dios celoso, los cubrió con llamas y los dejó abandonados a tu poder. Todos, poco a poco enloquecieron. Abandonaron el palacio para comerse unos a otros. Olvidaron que en el alma se escondían sentimientos, y que en el espíritu conocimiento. Banalizaron y desvirtuaron todo enfoque de la posesión. Después, dejaron de comer verduras y acribillaron a toda bestia restante. Al final, solo humanos matando y comiéndose unos a otros, humanos matando por matar, con gula por la muerte, con gula de sangre. ¿Y tú?, riéndote en la cabeza del rey, usándolo para invocar serpientes, violando a sus hijas y esposas, violando a sus herederos y amigos. Aniquilándolo todo por él mismo. ¿Y el Duque?, buscándote en todos y entretejiendo miradas para matar a todos, para encontrarte en su estúpida demencia, en su fanatismo por dejar de sentirse sólo. Al final, el más fuerte quedó en pié, encerrado al principio en la inmensidad del castillo de Gomorra. Cuando desde su torre no pudo encontrarte en todo el palacio, salió a las hediondas avenidas de sangre, de muerte. Rió, pensó que habías muerto. Los terremotos y los ciclones no cesaron. Te buscó casa por casa. Comía lo que fuera, comía a veces de si mismo un dedo, o una mordida de su brazo. Luego, reía y te maldecía. No había nadie. Él, el último sobreviviente de su nación, trató despreciablemente de escapar. En sus murallas labradas y airosas, no había puertas abiertas, no había guardias que las abrieran. Todo estaba sellado, cubierto de cenizas, o interminablemente irreconocible. Por los parques con residuos de árboles, soñaba en las noches nubladas con verte. No habría pena por destrozarte, por tratar de matarte. Cargaba consigo una espada encantada que podría cortarte en dos, pero nunca apareciste. En los reflejos de los lagos, sólo veía un escuálido reflejo. Bebía sangre y luego vomitaba. Mil y un veces, el pobre archiduque trató de suicidarse, pero siempre lo asustabas y terminaba frustrado.

Así vivirá Leinad, desconociéndose a si mismo, vuelto el demonio que invocó, ahogándose en su sombra sin morirse ni encontrándote. Seco y desolado. Loco y rodeado de cadáveres, sombras y eco en el bullicio de un lugar que ha perdido la vida en su nombre, Gomorra la exuberante, ciudad maldita por su déspota gobernante.

jueves, 2 de abril de 2009

La muerte de la inmortal impaciencia


Ante una luz bastante deslumbrante, como una sombra, tenue, bajó la impaciencia a presumirme este estado. El rojo en la sábana donde se posó se hizo inmediato, pues a navajazos me hizo invadirla. Irónico resulta que la impaciencia sea víctima de sí misma. Ahora sólo quedan rezagos de sus órganos mutilados, retazos de una historia inconclusa. Mi cama es roja, mi cuarto y mis cuadernos se han decorado con ella. Es un lugar tranquilo porque la he matado, aunque a veces, su olor me la recuerda. En su lugar dejo bonitos recuerdos.

A veces te extraño, linda Impaciencia. Podías hacer que le hablara sin más dudarlo, podías hacer que pensara todo el tiempo en algo que no tenía sentido, en algo que no existía, en él y en un él que no existe. Llamabas a tus amigas, unas chaquetas mentales, pero eran demasiado enérgicas en sus tonos, ruidosas. Igual que tu, desesperaban con su simple presencia. Hay de ti, hermosa Impaciencia. No te merecías tal destazamiento, pero es que no encontré forma de callarte. Sólo así, destazando tu cuello poco a poco, podía reír macabramente mientras escuchaba tus sofocados lamentos. Después, quien sabe que paso. Desapareciste o perdí la conciencia de mis actos. Vi tu brazo en mi lámpara, y tu piel en mi colcha, algunos cachos de tu espalda en mi cuaderno, algo de tu sangre en una botella de vodka. Así te fui encontrando, en cachos rojos a lo largo de mi vida, en mi ropa, mis recipientes, la taza y las cortinas. Luego, cada que me acuerdo de tu cara, sollozo. No hice mal en matarte. Uno no puede matar eternamente a la impaciencia. Así eres, y cuando quieras te aparecerás de nuevo para que cometa las mismas idioteces que me caracterizan al acontecer contigo.

A veces pienso que te invoco para hablarle. A veces para que pueda escribir algo, lo que sea, algo así como describir tu sangrienta muerte. A veces eres imprescindible y me canso de sólo pensarte. Estoy harto de hacerte presente. Me he bloqueado por tus drogas y tus ademanes, tus vicios y tus distracciones. Me he vuelto impertinente, e intolerante. Tambien creo que algo intolerable y como tu muerte, sofocante. Tu fuiste el chivo expiatorio de esta vez, he ganado una patética batalla, pero, ¿Cuándo te apareces de nuevo?

Si lo haces, hazlo de noche para que te sueñe y no me afectes. Si lo haces de día, aparece en lugares que pueda esconderme de ti. Juguemos ese juego interminable de buscarnos y nunca encontrarnos. Vete lejos, y aparece para quitarme mi paz, aparece para revolverlo todo, para darle movimiento a mi estática presencia, paciencia que cuando vivo aburrido me delata, me enloquece. Impaciencia, aléjate y vuélvete un sueño, aléjame de mis detonantes ademanes de volver hablarte. No quiero seguir siendo vampiro de tu sangre, de tu distracción que me sabe a estancamiento. Deja de ser mi pretexto, déjame en paz, vete.

Ahora habrá que ser paciente a esperarte, habrá que renunciar a ti para poder sorprenderme si el destino nos vuelve a juntar. Al final, Impaciencia mía, nunca fuiste sólo para mí. Al final no era nuestro destino estar juntos. Renuncio a ti, eterna Impaciencia que he matado tantas veces. Renuncio a nuestro destino desquiciante y esquizoide que tanto proyectamos. Vuelve de donde viniste, o muere con el olvido que para mí ya estas muerta, y de hecho te he destazado.

Hasta luego, impaciencia, paciencia de los que esperan a encontrarse obligándose a esperarte.