martes, 4 de agosto de 2009

Bomitadas del destino


He aqui un bosquejo de la pérdida de tiempo. Es pérdida pero es ganancia. No hace falta especificar, solo actuar. Ahora, en la orilla de mis emociones, veo una mano y un cuerpo, una sonrisa y un sexo... qué sexo!... que besos!... que cosas tan peculiares que pasan y me han hechizado. No es el primer hechizo del año, ni tampoco el primero diferente, pero creo que es uno de los que me alejan más de un deseo platónico, de aquella bomitada del destino y la feuertrunkina, la necesidad de cariño, la busqueda de proyectar un poco mi tiempo con alguien. Y tu, ¿quien eres?... nada se sabe en este mundo de los elejidos por dedazo de mi alma. Son solo constructos efímeros que me permiten, por medio de la esencia que tienes, generarte un aditivo para poder pasar el tiempo conmigo, para poder consolidad sentimientos que me emocionan. Silencio... no mucho, no tanto, no incómodo, tranquilo. Nunca antes tánta química en la cama, pero qué ganas tenemos de vernos a los ojos para reflejarnos eso que queremos decirnos y no podemos, para poder pensar eso que no sabemos, para poder sacar algo que no cabe en este mundo o en este instante, nada que se pueda hacer en este tiempo. Eso, eso exactamente es lo que pasa. Como un relámpago te instalaste en un pequeño pedazo de mi vida.

No hay mucho que decir, hay mas que hacer. A ver qué pasa...

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