Confuso y difuso

Confuso y difuso. Así me conservo un poquito afuera, con mis palabras y mis mundos, siendo igual de difícil de leer que las historias de un pasado inentendible. Así soy, porque así me lo permito, porque así lo he decidido, porque así ya me he formado. Vivo en una noche durante el día porque me desagrada la luz, porque la iluminación que me acontece es de tantas maneras y por tantas circunstancias, que no puedo dejar que un bosquejo hermosamente gráfico me distraiga. Así pasa mi pequeño paso pesado en penares de protuberancias pasadas, permitiendo imaginar e imaginar, trabajar en esa metarealidad incongruente. Así paso el tiempo pasado, en recuerdos, en nostalgias, en remembranzas de momentos cumbres. Me la paso sobrestimulándome el tercer ojo, el sexto y séptimo chacra. Comúnmente eso se llama hacerse chaquetas mentales. A mi me gustan, esas venidas mentales han llegado a ser imprescindibles en mi vida, en estos sueños despiertos...

Desentiendo y contradigo mis proezas: "No más chaquetas mentales. No más venidas mentales. No más drogas, no más debilidad, no más sensibilidad." He tratado de volverme una emulación de mi mismo y he fallado muchas veces. Me he perdido y me he encontrado volviendo a tratar de emularme. Siempre emulo y simulo muchas cosas. A veces ya cuesta trabajo encontrar el yo que si soy yo y el que pretendo estar siendo. Lo triste de vivir así es cuando te asumes en un lugar en el que no estás, te das cuenta de que todo es ficción. No hay muchos pros de ser así, porque generalmente se pasan desapercibidos los logros y las metas adquiridas. Mandas a la mierda la concepción de autoestima, te estorban de igual manera que la luz. No la tienes porque no te importa, pero no por eso eres un maniaco-depresivo suicida.

Dialogo conmigo mismo:

-¿Y la muerte?-

-Bien gracias. Allí anda merodeando de vez en vez, a veces vestida de coche, o de puente, o de pozo o de sobredosis. No es un personaje con tanta trascendencia. Le tengo un altarcito para recordarme su ausencia y lo bien o mal que me siento por ella.-

-¿Y el alacrán?-

-No se. Se va y viene, se va y regresa. Es intermitente. Yo espero dejar de esperarlo pero al final siempre termino esperándolo mas y mas. Se ha vuelto cotidiana esa espera y ha dejado de tener importancia porque se ha vuelto un acto de mis días. Parece ser llevadera en este estatus.-

-¿Y el disidente romántico?-

-No quiere saber de mi ni yo de el, aunque vendrá y vendrá fuerte, como un temporal que azota la playa o un estridente individuo que no deja de parlotear para fingir su bienestar.-

-¿Y las cosas y pertenencias?...-

-¿cuales?, si ni a mi mismo me pertenezco...-

Así se pasa el tiempo, en estos estados de bienestar, en estas infamias del espacio metafísico del estar pensando, si es que se está. Si no se está, juguemos a que vivimos en Matrix y aventémonos del puente a ver que pasa... No, prefiero la hipócrita y cómoda congruencia del pensamiento racional, prefiero las mentiras que me dan seguridad del método científico, las prefiero más que esas mentiras que pueden hacerme volar y hacerme perderme en el vacío. Temo y vivo en miedo. Allí está aquel que en la grieta del universo que me ve y se burla. Yo aquí, he dejado de hacerle caso desde hace mucho tiempo, no niego ni afirmo su existencia. El destino, por mas grato o mas ingrato, sólo me permite vislumbrar hacia el horizonte de mi vida, no hacia el cielo...

Ya estuvo de estar desperdiciando mi tiempo en pendejadas. Ahora ocupare mi tiempo en otras que valgan mejor la pena o que al menos me generen una estúpida sensación de bienestar que no tengo. Ahora comenzaré a luchar por mi ego y me volveré parte de aquel circulo más hipócrita aun. Me disfrazaré de intelectual de escritorio y subiré algunos peldaños. Si he de ser una puta, me volveré una muy productiva... o... Mejor no, mejor me sigo arrepintiéndome de todo, mejor sigo dudando de la duda, y de mi, y de todo. Al final, no pasa nada si un humanito más se retracta de sus efímeras desiciones. O mejor sigo dudando del arrepentirme o tomar decisiones, pudiera dudar del estar dudando, pudiera construir una eterna duda que me mantuviera aquí estático todo el tiempo cuestionando...

Cualquier parecido a la realidad, es mera coincidencia...

¿Tú qué harías si no esperaras? ¿Olvidar? ¿Evadir? ¿Esconderte?.... ¿Cuántos verbos pueden usarse para describir a un alma cobarde e insatisfecha, devaluada y herida?

Así pasa el tiempo en esta montaña rusa de la vida. A veces irradiamos energía por quince meses y luego nos escondemos para olvidar, para recuperarnos, para seguir soñando despiertos.